Tres apuntes para mantener el ánimo luego de lo sucedido en el Congreso

Ilustración: The Authentic Designer 1997. © Huayranga

Escribe: Moisés Gaviria.

La salud emocional de un país es importante… De ella puede depender que logre salir de crisis generalizadas, progresar hacia un futuro mejor y elevar la calidad de vida de las personas que lo constituyen…

Al día de hoy 10 de noviembre 2020; a las 4:38 p.m. que me animo a escribir este post, las noticias que corren por los medios de comunicación que suelo revisar en la internet hablan sobre el episodio sucedido en el Congreso peruano y las repercusiones que tiene en nuestras calles, en nuestra economía, en nuestra sociedad en general…

Al mismo tiempo; algunos mensajes privados y otros públicos de personas que conozco y quiero hablan también de lo mismo y comunican tristeza, pena, desaliento… Seguramente por estar ya cansados de esforzarse tanto para salir adelante y que de pronto todo vuelva a tambalear por las acciones de unos pocos, a quienes además, se les paga con sus impuestos…

También hay mensajes de ira… Y claro; la indignación (ira ante una injusticia) es comprensible; pero también es preocupante -y en lo personal algo triste- tener que observar que otra vez es el conflicto -y no la cooperación- la que invade a nuestro querido Perú y se vuelve a su vez nuestra más sonada contribución momentánea para el mundo…

Y así se me pasan las líneas… Un poco asimilando el golpe, como se dice…

Pero hay algo más que quiero decir para que, si el desánimo y el mal humor se están ensañando contigo un poco más de lo normal debido a este último regalo de los señores del Congreso, puedas entonces ayudarte a ti mismo a devolverte un poco el buen ánimo y también -por qué no- a mantenerlo arriba…

1. Estos señores no te representan

Recuerda que debido a que el sistema político de representación no funciona como debiera, estos señores no necesariamente te representan… Es decir; que de haber sido tú el que estaba en el Parlamento, no habrías necesariamente actuado de la misma manera… Tú eres diferente…

Así que no te deprimas con la sensación -que venir escondida- de que ellos son como tú o que tú eres como ellos… No necesariamente es así…

Y si en algo ves que puedes estar actuando de manera parecida a las actitudes que condenas, entonces corrígete, y convierte así, por lo menos una parte de este episodio, en una oportunidad para tu mejoría personal, acercándote más todavía al tipo de ser humano que te gustaría ver en las entidades del Gobierno.

2. Tu progreso y el de tus seres queridos dependen principalmente de ustedes mismos

Recuerda que tu progreso depende más de ti mismo o de ti misma que de la clase política… 

Aunque por supuesto que sus actos te pueden afectar, el poder continuar progresando a pesar de las dificultades está muchísimo más en tus manos que en las de ellos… Nadie te puede quitar ese poder…

Y lo mismo sucede con tus seres queridos…

3. De peores situaciones políticas y de gobierno nos hemos liberado

“El Perú es más grande que sus problemas.”…

Yo considero esta frase como una verdad…

Y si los problemas por el momento tienen nombre y apellido y también tienen poder, pues eso no lo hace diferente… Aún así, el Perú sigue siendo más grande que sus problemas… Y lo hemos demostrado varias veces…

Así que te animo a seguir adelante con tu progreso…

También te aliento a mantenerte alerta a lo que vaya sucediendo en el país y en el mundo, claro; pero no para mellar tu situación emocional o para ponerte de mal humor, sino para saber en qué contexto te estás desarrollando y tomar eso en cuenta al momento de planificar y ejecutar tu progreso…

Y por último (pero no menos importante); te aliento a que cuides tus emociones, tu salud física, tu situación económica, toda tu situación en general; recordando siempre el amor que sientes por tu propia persona y el amor que sientes por tus seres queridos… Y por qué no, claro, el amor que sientes por tu país…

¡Viva el Perú, carajo!

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