¿Cuánto sufrimiento podríamos ahorrarle al mundo si nos comunicáramos mejor con nuestras parejas? ¿Cuánto dolor y cuántos corazones rotos podríamos evitar, si tuviéramos una mejor performance a la hora de comunicarnos en pareja?
Puede que suene a cliché… Sobre todo lo de los corazones rotos…
Pero creo que cualquiera que haya sufrido por no poder llegar a entenderse mejor con una pareja amada, podrá encontrarle valor a esta nota…
Por mi parte…
Me hubiera gustado saber un poco más al respecto en algún viejo momento…
Para causarme menos dolor… Para causar menos dolor…
Pero el pasado ya es pasado… Y no se puede corregir…
Sin embargo…
Lo que sí se puede hacer es extraer, de esas viejas experiencias, nuevas herramientas que nos ayuden a hacerlo mejor la próxima vez, si es que la hubiera… Honrar de esa manera los errores antiguos… Y tener una mejor perspectiva hacia el futuro…
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Ahora sí…
Una vez dicho todo eso como para entrar en calor y en contexto, les dejo con todo cariño estos tres apuntes para mejorar la comunicación con tu pareja…
Espero sea de su total agrado…
Pero sobre todo, espero sea de su total utilidad 🙂
1. Tengan muy pero muy en cuenta la línea del respeto
Aunque pueda parecer un asunto demasiado obvio como para mencionarlo en esta nota; el tema del respeto es un asunto tan básico, fundamental e importante, que creo que no mencionarlo sería, más bien, una muy seria omisión…
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Recuerdo haber leído, en alguna ocasión, en una especie de restaurante o pizzería, un cartel que decía: “Sin saludo, no hay atención.”
Si mi memoria emocional no me falla, creo que mi primera sensación fue de rechazo… Pensé algo así como… “Ta que agresivos… De arranque nomás me allanan…”
Pero luego de unos segundos, al observar trabajar a las personas que atendían al público, creí haber comprendido la situación…
El cartel lo había puesto la empresa… Se notaba… Así que a mi forma de ver las cosas, dicha empresa estaba dejando muy en claro, en la entrada de su local, y en grande, una clarísima postura institucional de protección a su personal, advirtiendo a las personas que nadie sería atendido sin mostrar, antes que nada, la primera señal de respeto que en general uno puede mostrar al ingresar a un lugar: El saludo.
Y sí… Podría parecer algo agresivo quizá, que te pongan el parche así de entrada nomás al local… Pero el mensaje quedaba clarísimo: No habría ningún tipo de atención; es decir, no habría ningún tipo de comunicación, sin que primero no se diera esa primera señal de respeto…
Y creo que de eso se trata este punto…
Es decir…
Si quieres tener una buena comunicación con tu pareja, una de las primeras cosas que se debe tener en cuenta, o quizá la primera, es el respeto…
Es como que las parejas deberían tener siempre presente un cartel en su mente que diga:
“Sin respeto, no hay comunicación.”
O sea… El respeto debe ser un asunto no negociable para mantener una buena comunicación de pareja… Una condición sine qua non…
Si quisieran poner el cartel en positivo, quizá podría ser de la siguiente manera:
“Para una buena comunicación de pareja, es imprescindible mantener siempre el respeto.”
Tip adicional:
Cuando en un proceso comunicacional con tu pareja, las cosas se estén pasando de la raya y se estén cruzando los límites del respeto, puedes recordar este tema o alguna de las últimas frases planteadas al respecto, y detener inmediatamente la comunicación, al menos por tu parte… Ya que normalmente, si se continúa un proceso comunicacional sin respeto, el asunto termina muy mal… Creo que en general es mejor cortar la comunicación hasta que esté muy claro que ambas partes pueden retomarla sin caer en la falta de respeto 🙂
2. Procuren primero comprender, y después ser comprendidos
Este apunte me lo tomo del libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, de Stephen R. Covey…
Es el hábito número 5 propuesto por el autor y es uno de los tres hábitos que están relacionados con lo que él llama la victoria pública… Es decir, la victoria que tiene mucho que ver con las relaciones que tenemos con los demás…
🙂
Hay un montón de cosas, creo yo, que podría decir respecto a este segundo apunte… Pero lo primero que quiero mencionar por ahora es el tema de las probabilidades de éxito que pueden acrecentarse, en una comunicación de pareja, cuando se tiene en cuenta este precepto…
Pongámoslo de esta manera…
Supongamos que una pareja tiene una conversación con el objetivo de comprenderse el uno al otro en cierto tema y llegar a una especie de acuerdo o conclusión favorable para su relación…
Si en esa conversación de pareja, los dos personajes están procurando ser comprendidos primero, y ninguno está procurando comprender primero al otro, entonces las probabilidades de éxito en esa comunicación estarán muy por debajo del promedio… Sobre todo si están en una conversación acalorada o hablando de un tema que resulte difícil de conversar en la relación…
La otra situación es que el personaje A esté procurando comprender primero a B; pero que B no esté procurando comprender primero a A… En ese caso; puede que A logre comprender a B; dependiendo de cómo se desarrolle el asunto… Pero es muy poco probable que B logre comprender a A… Por lo tanto; las probabilidades de éxito en esa conversación todavía seguirán siendo muy bajas…
En cambio… Si tanto A y B están procurando comprender primero al otro, para recién luego ser comprendidos, entonces las probabilidades de éxito de esa conversación aumentarán notoriamente; ya que para llegar a una especie de acuerdo o conclusión favorable, que era el objetivo planteado para esta conversación, pues es necesario que las dos partes se comprendan previamente…
Pienso que aquí el trucazo está en que ambos intenten ser el más elegante, procurando comprender primero al otro, para luego ser comprendidos…
- Mi amor, habla tú primero, para comprenderte yo primero; y ya luego hablo yo…
- No, mi amor; habla tú primero, para comprenderte yo primero; y ya luego hablo yo…
- Ok, mi amor; está bien… Yo voy primero… Si no me entiendes algo, me avisas por favor, para intentar explicártelo mejor, y vamos avanzando…
- Okis.. Está bien… Dale entonces…
- Bueno; lo que quería decirte era que…
Así más o menos va la situación 🙂
Cabe resaltar, eso sí…
Que si se trata de una conversación, uno tiene que tener la postura de escuchar para comprender a la otra persona, y no de escuchar para refutar… Si estás escuchando para refutar, entonces es por las huevas; ya que no estarás escuchando porque procures comprender primero al otro, sino que estarás escuchando para refutar primero al otro, y eso es otra cosa… Es indispensable que el deseo de comprender al otro esté inmerso en el proceso…
Es bueno recordar también que comprender no es estar de acuerdo… Ojo… Así que no te tenses pensando en que si logras comprender lo que tu pareja te quiere expresar, obligatoriamente tendrás que estar de acuerdo… Nada que ver… Simplemente estás procurando comprenderla primero para que luego de eso puedas tomar una decisión consciente y bien informada, acerca de lo que tu pareja te haya querido expresar…
3. Utilicen la herramienta del silencio
“Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, entonces no lo digas.”
Creo que este proverbio árabe ha sido la base de esta estrategia de comunicación que recomiendo…
En el punto número uno ya lo mencionaba de alguna manera, cuando recomendaba detener la comunicación si es que en algún momento se está cruzando la línea del respeto…
El silencio no solamente puede evitar que se digan cosas sin sentido, sobre todo cuando las emociones están muy tergiversadas… Sino que también puede ayudar a ambas partes a procesar, cada uno por su lado, aquello que está siendo difícil de tratar…
En mi relación de pareja, por ejemplo, nos hemos acostumbrado a respetar hasta tres días de silencio cuando alguien se ha querido alejar e incomunicar luego de una conversación acalorada…
Si A se aleja y opta por el silencio luego de una conversación no muy amena, entonces B respeta ese alejamiento hasta por tres días, sin preguntar absolutamente nada al respecto… Luego de los tres días, si A no se comunica, ya como que le está permitido a B preguntar cómo va la situación, pues como que más de tres días ya es un poco pendexo…
En mi caso el silencio puede ser absoluto, porque vivimos separados… Sin embargo; si uno vive con su pareja, o convive con ella por trabajo o lo que fuera… En ese caso; creo que el asunto está en hacer un silencio sobre el tema que ha causado el problema, y con eso ya debería ser bastante ayuda…
A veces, incluso luego de esos tres días, el que se ha alejado se comunica para decir que todavía quisiera posponer la conversación respecto al tema, pues las emociones aún están muy atribuladas; pero que mientras tanto ya podemos abrir nuestro corazón nuevamente y tener otros temas de conversación u hacer otras cosas que no tengan nada que ver con el asunto que está pendiente… Eso sí; se deja claro que una vez que ambas partes estén listas, se deberá retomar el tema pendiente…
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Entonces…
La idea en general es entender que el silencio también es una herramienta de comunicación y puede ser utilizada como tal; tomando en cuenta cuándo es mejor optar por ella y cuándo es mejor no optar por ella…
Como con cualquier herramienta, no solamente hay que tener en cuenta cuándo es mejor optar por ella, sino también la forma en que se va a utilizar esa herramienta, ya que como cualquier herramienta en la vida, el éxito de su utilización dependerá del momento y la forma en que la utilicemos… Y ni qué decir, por supuesto, del objetivo con el que la utilicemos; ya que incluso la herramienta del silencio puede socavar profundamente la comunicación en una relación de pareja, si se usa con ese objetivo…
Y para cerrar…
Pienso que este proverbio chino también nos puede ayudar a cerrar este punto del silencio:
“Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza.”
En este caso, ser paciente, significa optar por tener en cuenta el proverbio anterior, y no decir algo que en realidad no queramos decir, cuando estemos en un proceso de comunicación difícil 🙂
Anotación final:
La conversación es una de las formas más comunes en que las parejas suelen comunicarse… Pero no es la única…
Es más… Creo que pueden desarrollar tantas formas de comunicarse como su imaginación y habilidades se los permita…
El asunto es que, aunque los apuntes vertidos en esta nota se han desarrollado básicamente en el contexto de una conversación, lo cierto es que -a mi modo de ver las cosas- pueden utilizarse como principios básicos para ser aplicados en cualquiera de las formas de comunicarse que haya desarrollado una pareja… Bastará únicamente -como con casi toda habilidad que uno desee desarrollar- ser consciente del conocimiento adquirido y ponerse a practicar 🙂
Gracias por su tiempo de lectura…
Les deseamos lo mejor de lo mejor en la relación de pareja que estén desarrollando…
¡Y que sean muy felices!
🙂☘️🌠
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