Entrevistas y fotos: Joaquín Vegano y Romina Chong.
Escribe: Moisés Gaviria.
Sacar a pasear a tu mascota les otorga múltiples beneficios a ti y a ella. Esos beneficios mejoran tu mundo y el de tu engreído(a). En el afán de ayudar a crear un mundo mejor para todos, te contamos seis lindas historias que nos hablan sobre este tema.
Alma y Charlotte
“Mi nombre es Alma Gaviria. Tengo 44 años y los beneficios que obtengo cuando saco a pasear a Charlotte son los siguientes:
En primer lugar; que me hace salir de mi rutina, así que quiera o no quiera me tengo que levantar, cambiarme y sacarla. Es una responsabilidad que asumí y me enseña a cumplirla.
Otro de los beneficios es que me encuentro con mis amigas en el parque; conversamos, aprovechamos en tener nuestras reuniones, hacemos nuestros tests.
Otro beneficio es que me relaja, hago algo de ejercicio. Esto también se puede tomar como un preventivo para el estrés o la depresión.
Básicamente esos tres ahorita…
Y también ayuda a estimular mi creatividad, porque el hecho de que salga y que vea otro ambiente, sobretodo un ambiente más natural, estimula mi creatividad. Soy muy creativa…” (risas)
Ana y Chiquita
“Hola, Soy Ana Isabel. Tengo 63 años y cinco años paseando a mi querida mascota.
Uno de los beneficios para mí, al sacar a pasear a la Chiquita, es disfrutar temprano, juntas, el viento, frío, lluvia; y el momento tan importante para ella que es el ejercicio que hace al caminar.
Juntas quemamos calorías y estimula su cerebro olfateando de todo. Por eso es muy importante que todos los días, dos a tres veces, saquemos a pasear a nuestra mascota; porque así disfrutamos nosotros también ese paseo y las maravillas de la creación.
Gracias.”
Ángel y sus tres perritos
Dar amor también es un beneficio ya de por sí. Ángel nos cuenta cómo recibe este beneficio… ¡Y cuántas veces al día lo hace!
“…Mi nombre es Ángel. Tengo 34 años.
Tengo tres perros y los saco más o menos al día unas cuatro veces. La satisfacción que yo siento, como te digo, no es para mí… Más que todo yo creo que es para ellos, porque estar encerrados cierta cantidad de horas también los estresa.
Es bueno ponerle un intervalo entre dos o tres horas al día. Como te digo, cuatro veces para mí… Yo creo que es suficiente para que ellos más o menos se aireen y estén ahí, jugando, corran, se desestresen, boten la adrenalina que está estancada por lo que están metidos…”
David y su compañero
“Mi nombre es David… Cuarenta y tres…” (años de edad)
“Lo que me trae es… Compañía, sacarme la tensión, del estrés. Yo creo que a él también, porque siempre para en la casa. Le gusta pasear, salir a caminar y se desestresa, se siente libre, feliz.”
Diego, su esposa, el Chato y los otros tres
“Mi nombre es Diego Nalvarte. Tengo 35 años y tengo cuatro mascotas: Tres pequineses y un beagle.
Bueno; siempre entre mi esposa y yo nos turnamos en sacarlos durante el día. Y nos gusta, o sea nos sentimos bien al tener las mascotas, nos desestresa, a veces nos entretiene… Lógicamente también nos hace renegar… (risas)
Pero en general sí nos gusta, nos gustan los perritos… Más a mi esposa…
Y a uno de ellos inclusive lo hemos adoptado de la calle, lo hemos traído de Iquitos. Estaba enfermito. Se llama Chato… Y bueno después de casi dos meses que estuvo en una veterinaria, en un albergue, lo pudimos traer… Después que lo hayan curado y todo eso.
Y todo bien, todo tranquilo con las mascotas…”
Rafael y Sparky
“Mi nombre es Rafael Alcántara. Yo tengo 39 años. Mi perrito se llama Sparky.
Bueno; lo saco a pasear porque… Inicialmente no quería tener perro en casa, y bueno al final mi sobrina nos convenció y tenerlo en casa es prácticamente tener a un miembro más de la familia.”
(¡aplausos para la sobrina!)
“Él ha pasado por una etapa difícil porque tuvieron que operarlo. Tuvo displasia de cadera. Entonces fueron momentos duros porque… No pensábamos que iba a tener un mal congénito que de repente iba a truncarlo más adelante… Porque está llevando un proceso después de la operación.
Estamos tratando de llevarlo de la mejor manera posible, por eso tratamos de no esforzarlo mucho. Como te digo es parte de la familia, es un ser bien importante en la casa. Ahora más que nunca está más engreído con lo que le pasó…
Y en realidad no es una obligación sacarlo a pasear. En realidad es un placer verlo contento, ver que ya tiene bastantes amigos, más que nada perritas amigas. Y se le nota la felicidad cuando sale a pasear, cuando sale y las encuentra…”
(recoqueto; ¡aprendamos de Sparky!)
“Todavía no puede correr, se esfuerza un poco… Intento que no corra todavía, pero la verdad que me alegra verlo así porque se hace querer bastante. Como yo digo, lo único que le falta es sólo hablar nada más, porque es muy, muy cariñoso.
Se hace querer por cualquiera. Inclusive se hace querer… Cuando está cerca a una persona que no conoce, simplemente te queda mirando y hace que la gente se le acerque. Es bien sociable también.”
