Escribe: Moisés Gaviria
Desde que lo aprendí hace varios años, aplicar este concepto de Economía en las diferentes áreas de mi vida me ha ayudado a interactuar con mis decisiones. Por ejemplo; me ayuda a gestionar ese temor a equivocarme cuando tengo que decidirme por algo, y también me ayuda a gestionar esa sensación de pérdida que aparece por el hecho de renunciar a aquello que no elegí.
“El Coste de Oportunidad es el valor de la mejor alternativa posible a la que se renuncia para llevar a cabo una acción o decisión económica.”; es lo que sale al buscar “costo de oportunidad” en Google, a la fecha en que se escribe este post. Y ciertamente ésa es la definición que yo también he llevado en mi cabeza todos estos años.
Aplicado a cualquier área de la vida; básicamente todas aquellas opciones que deshechas, debido a que te decidiste por otra diferente, es lo que llamamos costo de oportunidad. Sacrificar esas otras alternativas es el costo que debes de pagar para poder tomar aquella oportunidad por la que te decidiste. Por eso se llama costo de oportunidad; porque es lo que te cuesta tomar la oportunidad que elegiste.
¿Pero cómo te puede servir este concepto para el tema de tus decisiones?
Al conocer este concepto y ser consciente de él en el momento de tomar tus decisiones y en el momento de asumir sus consecuencias, podrás tomar esas renuncias simplemente como una parte del trabajo de la vida, y es entonces cuando podrás interactuar con ello con mayor tranquilidad, sin que la situación se vuelva una tragedia o algo que perturbe la armonía de tu ser.
Te brindo unos apuntes que te ayudarán a utilizarlo:
- CONÓCELO BIEN. Si el concepto no te ha quedado lo suficientemente claro con esta lectura, relee lo que necesites, busca un poco más de información en Google o conversa con alguien sobre el tema. La idea es que lo conozcas bien.
- ASÚMELO COMO TAL. Un costo es un costo y debes asumirlo como tal y simplemente como tal. Es un intercambio de energía. Brindas algo y recibes algo. Pero no es nada más. Así que obsérvalo con claridad en su momento y asúmelo como tal y nada más que eso.
- ACEPTA EL PAQUETE COMPLETO. Circunstancialmente, puede que el costo de oportunidad traiga consigo tristeza, dolor, llanto, ira, dudas u otras estratagemas de la vida, debido justamente a que estás renunciando a algo al tomar tu decisión. Eso es normal. No lo rechaces. No rechaces esas emociones. Son parte del paquete. Acéptalas como parte de tu libertad de decidir, da gracias por eso e interactúa con ellas de la mejor manera posible.
- CONCÉNTRATE EN LO QUE ELEGISTE. Concéntrate en aprovechar al máximo la alternativa que sí elegiste. Recuerda que, al final del camino, será el resultado de ese aprovechamiento lo que le dará el significado final a todo aquello por lo que estés pasando como consecuencia de tu decisión. Concéntrate. Enfócate. Estate alerta.
- APRENDE CON LA PRÁCTICA. Cada vez que puedas, distingue y ubica al costo de oportunidad con el que estás interactuando al momento de tomar una decisión o al momento de asumir sus consecuencias. Sé consciente de lo que ocurre y aprende al máximo. De esa manera, la próxima vez estarás mejor preparad@.
NOTA FINAL: Mucha buena vibra para ti y para todas las decisiones de tu vida. 🙂
