Escribe: Moisés Gaviria.
Sentado frente a la computadora, pensando en mi sobrino y escuchando por primera vez a la increíble Elizabeth Cotten… Me dispongo a entrelazar esta entrada que redacto con el fin de que lean esta nota que con mucho cariño escribo para ustedes…
Ayer por la noche; era mi sobrino quien me presentaba, mediante unos mensajes por WhatsApp, a esta cantautora flolklórica estadounidense que supo dar lo mejor de sí para superar una serie de dificultades en la vida… En una vida bastante dura además, que a ella le tocó vivir, sobretodo en los primeros años de su vida…
Al repasar la corta nota que leí sobre su biografía, reflexiono una vez más en que puede ser que de eso se trate la vida, al fin y al cabo… Esta vida nuestra sobretodo, tan repleta de nuestra propia humanidad…
Y con esto me refiero a que puede ser que la vida se trate de hacer como hizo Elizabeth: Superó las dificultades que desde niña tuvo que pasar y, al final del camino, logró dar lo mejor de sí sin dejar que sea vencido el amor y llevando a un nivel más elevado la humanidad con la que fue dotada…
…
Bueno… Luego de esa entrada tan sentimental y teniendo como fondo a la voz y el “Cotten picking” de la maestra afroamericana que les menciono, los dejo con estas lecciones que puedo ir sustrayendo de la situación que en estos momentos vivimos todos debido a la pandemia del coronavirus…
1. Debemos aprender a convivir sanamente con nuestra vulnerabilidad como especie humana
No sé si muchos compartan esto, pero yo tengo la impresión de que, en términos generales, lo seres humanos nos sentimos invulnerables…
Me parece ver esa sensación de invulnerabilidad de varias maneras, pero puedo mencionar, para esta ocasión, una que puede estar muy relacionada con lo que nos está pasando ahora con el tema del coronavirus: La manera en la que tratamos a la naturaleza…
Me pongo a pensar: ¿Cómo es posible que estemos tratando así como tratamos a la naturaleza, durante tanto tiempo y sin detenernos, a pesar de que, evidentemente, en algún momento todo eso podría revertirse en contra de nosotros mismos, como ahora está sucediendo?
Nos sentimos invulnerables… Pensamos que eso no nos puede ocurrir o ni pensamos en eso… Como especie, claro, porque como individuos nos iremos corriendo despavoridos ante la primera cucaracha que se le ocurra volar cerca de nosotros…
Y eso que, valgan verdades, no es la primera vez que se genera una pandemia como consecuencia de nuestro comportamiento al relacionarnos con la naturaleza… Y las han habido mucho más grandes inclusive… Pueden investigar un poco en Google, si desean…
Reflexiono en que, si tuviéramos más en cuenta nuestra vulnerabilidad como seres humanos, como especie, podríamos seguir desarrollándonos como tales sin ponernos en el enorme riesgo en el que, evidentemente, nos ponemos… A eso me refiero cuando hablo de aprender a convivir sanamente con nuestra vulnerabilidad…
¿Podemos explayarnos un poquito más con respecto a esta última idea, mi estimado morenaje?
Me refiero a que, en general, negarnos a ver nuestras propias vulnerabilidades como especie, solamente nos ocasionará estar “andando a ciegas”, como se dice…
Es como si fuéramos a pasar por un túnel oscuro y decidiéramos negarnos a la incapacidad que tenemos de ver en la oscuridad sin una ayuda adicional… ¿De qué nos serviría eso? Lo más probable es que aceptaríamos esa incapacidad y buscaríamos alguna manera de alumbrarnos, antes de pasar por el túnel… Sobretodo si tenemos esa posibilidad.
Convivir sanamente con esa incapacidad no significa negarme a que la tengo y decidir meterme al túnel oscuro aunque no sepa si en los primeros cincuenta metros caeré a un precipicio que no logro distinguir… Convivir sanamente con esa incapacidad significa reconocerla y ver la manera de pasar el túnel tomando en cuenta esa incapacidad, y en la medida de lo posible, compensarla, consiguiendo con qué alumbrarme durante el camino…
De esa misma manera; si hablamos de convivir sanamente con nuestra vulnerabilidad como especie humana, tendríamos en primer lugar que, así como reconocemos nuestra incapacidad de ver en la oscuridad como individuos, reconocer que no somos invulnerables como especie…; y luego de eso, ver la manera de avanzar tomando en cuenta ese hecho, para no caernos en un enorme precipicio…
Pero en el primer ejemplo puede ser más sencillo aprender a convivir con nuestra incapacidad de ver en la oscuridad, ya que al ser el problema un asunto individual, la decisión y el cambio depende únicamente de una persona… Además que es algo que se hace tangible de manera inmediata, pues te darías cuenta de tu incapacidad de ver en la oscuridad apenas entrados los primeros pasos hacia el túnel…
En cambio cuando hablamos como especie humana la cosa puede ser un poco más dificultosa…
En primer lugar porque puede que nuestra vulnerabilidad no se haga tangible tan rápidamente… Pongámonos a pensar, por ejemplo, cuánto tiempo nos está costando darnos cuenta de que no deberíamos tratar así al planeta porque podríamos hacernos un terrible daño a nosotros mismos… Siglos…
En segundo lugar porque puede que no sea tan fácil ejecutar la decisión y el cambio… Cuando se trata de lo que hacemos como especie hay que coordinar países, continentes; gobiernos, empresas, consumidores; adultos mayores, adultos, jóvenes, adolescentes, púberes, niños; ricos, clasemedieros, pobres; etc… Eso en cuanto a participantes… Luego están los otros tipos de elementos; como por ejemplo las diferentes áreas de trabajo en las que tendríamos que esforzarnos: Economía, política, salud, empleo, etc; por mencionar algunos… Y luego una serie de otras áreas que seguramente yo ni conozco pero que se tendrían que coordinar a nivel mundial, por años y seguramente por décadas, con una planificación que inclusive deberá tener en cuenta los cambios generacionales que damos como especie…
Por eso es que quizá aprender a convivir sanamente con nuestra vulnerabilidad no sea tan sencillo si pensamos a nivel de especie humana… Pero no creo que sea imposible…
Y bueno… Este tema de aprender a convivir sanamente con nuestra vulnerabilidad como especie humana ya me tomó toda la nota… Las otras lecciones que he ido reflexionando quedarán para la siguiente… Habrá que partir la temática como la vez anterior, pero creo que valdrá la pena…
Pienso que si un día logramos aprender a convivir sanamente con nuestras vulnerabilidades, individual y grupalmente, habremos aprendido mucho, y un mundo mejor se estará desarrollando…
Gracias por su tiempo de lectura…
Acá los dejo con la elegantísima Elizabeth Cotten y…
Un saludo muy especial para mi sobrino Joaco… Gracias, Joaco, como siempre, por las lecciones de miusic ???.