Imagen proveniente de: Granovita Andina
Escribe: Hillary Ruiz
La quinua se utiliza en la medicina tradicional desde tiempos remotos. En distintas comunidades del altiplano emplean la quinua para fines curativos como la elaboración de remedios contra infecciones estomacales o la eliminación de caspa.
Según un estudio técnico realizado por la Fundación para la Promoción e Investigación de Productos Andinos de Bolivia presentado en la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO), se explica que:
Si las hojas se hierven con vinagre y se hacen gárgaras o se coloca un cataplasma (medicamento en forma de pasta), ayuda a desinflamar la garganta y a curar las anginas.
Si dejas cocer las hojas con azúcar y canela podrás utilizarla para purificar el estómago, desalojar la flema y la bilis, además de quitar las náuseas y el ardor de ese órgano. También se puede usar la infusión de las hojas para tratar infecciones de las vías urinarias o como laxante.
Si tienes escorbuto u otras enfermedades por falta de alguna vitamina en el organismo, consumir sopa o un plato de fondo que contenga quinua ‘chiwa’ es el remedio indicado. El grano de quinua es un analgésico dental, además de ser antiinflamatorio y cicatrizante.
El fruto de la quinua contiene gran cantidad de sustancias alcalinas que al ser mezclado con alcohol o aguardiente, se emplea como medicamento en torceduras, fracturas y luxaciones. La quinua también se recomienda como diurético, asimismo ayuda a aliviar los cólicos.
La cocción de los frutos de la quinua se puede aplicar sobre heridas y golpes. El agua del grano cocido cura las infecciones del hígado, supuraciones internas y la congestión nasal. Asimismo, es bueno para el insomnio, combate la caspa y sirve como tónico para el cabello, según los curanderos de Kallawayas.
Fuente consultada para la elaboración de este post:
La quinua: cultivo milenario para contribuir a la seguridad alimentaria mundial.
