¿Te cuesta mucho ofrecer disculpas? Un posible motivo y cinco pasos para superarlo

Ilustración: The Authentic Designer 1997. © Huayranga

Hace unos días surgió el tema durante una de las asesorías ofrecidas… No profundizamos en el asunto en ese momento, pero me quedó la espina ahí metida, y decidí plantear una nota al respecto…

En bastantes ocasiones he visto personas sumidas en un sentido conflicto interno o en un notorio sufrimiento por el hecho de haber hecho algo por lo que saben que deberían ofrecer disculpas, pero por algún motivo no lo hacen…

De lo que he observado e interpretado, he pensado en varios posibles motivos por los cuales las personas podrían estar llegando a ese punto… En esta ocasión voy a ensayar uno de esos posibles motivos; para luego brindar una herramienta que quizá nos pueda ayudar a gestionar dicha situación, en caso nos esté sucediendo…

Creemos que nuestro valor como personas está en nuestros aciertos y en nuestros desaciertos, y nos aterroriza la idea de valer menos por aceptar  nuestras equivocaciones

La cultura del éxito está tan arraigada… Nos han estado valorando tanto desde pequeñines por nuestros aciertos y nuestros desaciertos, que nos hemos quedado pensando y muchas veces sintiendo que nuestro valor como seres humanos depende de eso…

Y claro… Cuando somos esclavos de esas ideas y sentimos que nos hemos equivocado en algo, entonces nuestra autoestima sufre un golpe… Dependiendo del error cometido, entonces el golpe también podrá variar sus formas e intensidad…

Llegados a este punto… Cuando el error cometido implica que hemos afectado a otra persona de manera tal que le debemos de ofrecer una disculpa, entonces todo se nos hace mucho más difícil…

Llegamos a pensar que la otra persona también nos va a juzgar como nosotros nos juzgamos… Y entonces se nos viene a la mente la idea de que al ofrecer disculpas lo que vamos a estar haciendo es mostrarle a la otra persona toda nuestra falta de valor como seres humanos, todo lo poco que valemos…

Es decir… Cometemos el error, luego pensamos que por eso valemos menos, y luego nos aterrorizamos al pensar en la idea de mostrarnos así ante alguien más…

Porque claro; al ofrecer una disculpa nos estaríamos mostrando ante alguien más, mostrándonos como los que nos equivocamos, y por lo tanto, como los que no valemos nada o valemos menos…

Y ahí radica me parece la locura de este tema… O al menos este primer ensayo…

¿Y cómo podríamos ayudarnos a nosotros mismos a superar esa locura?

Recuerda que la creatividad humana es ilimitada, así que pueden haber infinitos caminos para esto… Sin embargo; aquí te dejo una forma de cinco pasos ?

1. Lleva el conflicto emocional a la consciencia

Si lo que has leído hasta ahora en esta nota te suena conocido, entonces la próxima vez que te encuentres en esa situación… Es decir, la próxima vez que pases por todo ese proceso y llegues a sentir ese conflicto interior entre ofrecer y no ofrecer disculpas, lleva el conflicto emocional a la consciencia…

La manera más sencilla que conozco es que te sientes en algún lugar en el que puedas hacerlo sin interrupciones y respires profundamente hasta que se calme la emocionalidad del conflicto interno que hay en ti…

En la medida en que vayas llegando a un punto más calmado, tu consciencia empezará a aflorar y podrá actuar a tu favor, haciéndote ver más claramente las cosas… Es ahí cuando estás llevando el conflicto emocional a la consciencia…

2. Haz que tu consciencia te ayude a deshacerte de la idea de que vales menos porque te has equivocado

Sigue respirando profundamente y…

Una vez que has llevado tu conflicto emocional a la consciencia, entonces podrás hacer que ésta te ayude a racionalizar el asunto y recordar que tú no vales menos como ser humano porque hayas cometido tal o cual error, sin importar cuál sea ese error…

Puedes ayudarte hablándote a ti mismo o a ti misma si es necesario, incluso en voz alta, diciéndote que tú no vales ni una pizca menos porque hayas cometido tal o cual error…

Puedes también recordarte a ti mismo o a ti misma que nadie vale más o vale menos porque haya cometido tales aciertos o errores… 

En otra palabras; una vez que has llevado el conflicto interno a tu consciencia, utiliza esa consciencia para para cuestionar y deshacerte de esas ideas preconcebidas de que uno vale menos por los errores cometidos…

3. Lleva el alivio conseguido en tu consciencia a tu lado más emocional

Sigue respirando profundamente y…

Una vez que llevaste el conflicto interno a tu consciencia (paso 1) y que pudiste calmar las aguas gracias al trabajo realizado a nivel consciente (paso 2)… Entonces lo que toca es llevar ese alivio generado a nivel consciente racional hacia el nivel emocional…

Aquí lo que toca es empezar a decirte cosas bonitas, que eleven tu autoestima… En tu mente o en voz alta… (prueba ambas maneras y quédate con la que mejor te funcione)…

Empieza a decirte cosas que te provoquen alivio y sensaciones gratificantes… Frases como por ejemplo “Soy un ser humano valioso.” o “Yo valgo mucho.”… 

De esa manera podrás ayudarte a llevar el alivio conseguido en la racionalidad de tu consciencia a un lugar diferente, situado ya más en tu emocionalidad, de modo tal que pases a sentirte mucho mejor de como te sentías antes, y de esa manera te recargues de energía para lo que sigue…

4. Ofrece disculpas

Si todavía sientes un poco o mucho miedo… Entonces igual: ¡Sé valiente!

Recuerda que ya has hecho todo el ejercicio y te ha ayudado y que por último, si luego de ofrecer disculpas los sentimientos se te vuelven a cruzar, puedes volver a hacer el ejercicio… Con la práctica se te hará más fácil cada vez…

Pero no arrugues. La recompensa estará al otro lado de ofrecer disculpas, cuando te hayas superado a ti mismo o a ti misma.

Si en el proceso de ofrecer disculpas te topas con una mala reacción, recuerda que así como tú, esa persona también es un ser humano y puede que en ese instante no esté en su mejor momento y/o no pueda ver lo positivo del asunto… Y que eso no le quita valor como persona… 

Si algo así sucede, no importa… Siempre y cuando no te quedes ahí permitiendo que te agredan, el asunto es disculparse… Lo demás ya no depende de ti ?❤?

5. Recompénsate

Si para ti fue un proceso desgastante y te costó mucho esfuerzo, entonces recompénsate… 

Quizá puedas relajarte un momento o descansar un rato… Lo que fuere… Recompénsate de la manera en la que sientas que es la medida más justa para ti…

Pero nada que te haga daño, pues eso sería más bien un castigo y estarías desvirtuando todo el proceso…

Anotación final

Quizá tendrás otras emociones entrelazadas durante el proceso…

Por ejemplo; un error que hayas cometido puede hacerte sentir dolor, tristeza, ira, o cualquier otra emoción; además de la relacionada con el sentir que vales menos…

La consciencia te ayudará a estar enfocado o enfocada en resolver la emoción que estamos tratando ahora y a distinguirla también de las demás… Con la práctica, podrás ver todo cada vez más claramente… Así que tranqui… 

Adicionalmente; te recuerdo que el ejercicio está pensado para que funcione con la ayuda de la respiración profunda de manera indispensable durante los tres primeros pasos… Y si la ocasión lo permite, puedes ayudarte también al hacer el cuarto paso…

Eso es todo… ?

Gracias por tu tiempo de lectura y…

¡Que estás muy bien!


Huayranga School

Esta nota forma parte de Huayranga School, una de nuestras líneas de acción social para cumplir nuestra misión organizacional: Ayudar a crear un mundo mejor para todos ???

El objetivo de Huayranga School es ayudar a las personas a crearse una vida mejor… ¿La manera en que lo hacemos? Brindamos a las personas educación básica para la vida.

Si adicionalmente deseas consultar sobre nuestro servicio de asesoría personalizada para la gestión emocional o para el desarrollo personal integral, comunícate con nosotros al WhatsApp 981224488 ó a nuestro correo electrónico huayranga@huayranga.com. Estaremos encantados de atenderte ?

 

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